lunes, 8 de octubre de 2007

Me voy de casa...

Así es. Por fin, y después de haber sopesado no pocos agujeros de los disponibles en esta ciudad, he encontrado mi sitio. En un principio, La Latina y Malasaña fueron mis objetivos prioritarios. Me faltó el canto de un duro para decir que sí a un apartamento de lo más cuco en Las Vistillas, concretamente en la calle de La Ventosa. Sólo tenía una pega: estaba rodeao de parques, y toda su vida en los alreddedores del edificio consistía en varios asentamientos de rumanos y sintecho. Un problema relativo, pero sin duda un inconveniente de cara a que Meri se volviese tarde a casa por las noches. No daba buen rollo, es la verdad.

Quién me iba a decir que mi pequeño zulo iba a estar tan cerca de casa. Apenas unos metros.

Piso en Prosperidad/Alfonso XIII. 40 metros cuadrados. Preguntar por Rebecca.

La tal Rebecca se hizo de rogar. Tres días de llamadas continuadas sin respuesta por fin tuvieron éxito. "¿Podrías verlo ahora?" preguntó una joven voz por el teléfono tras preguntar por el piso, "se lo estoy enseñando a una pareja". "Sí, claro. ¿Cuál es la dirección?"-contesté- "Corazón de María, 68. 10º E".

Pese a mis 26 años en el barrio, tenía mis dudas sobre cuál era el portal en cuestión. "La casa del Kaki", pensé. Iba a tener gracia vivir en el mismo edificio donde había pasado grandes momentos adolescentes. Pero me equivocaba.

Corazón de María tiene una pequeña entrada perpendicular que conecta directamente con la parte trasera de la casa de mis padres. Así que se puede decir que hay pocos edificios más cercanos.

Un salón, una terraza, un dormitorio y un baño. Ah, y una ínfima cocina que se esconde sutilmente tras una puerta corredera. Casi un armario-cocina. Más que suficiente. Comienza una pequeña aventurilla con el fin de amueblar un piso sin mueble alguno. Bendito Ikea.

No puedo poner fotos del piso porque aún no las tengo. El jueves firmo el contrato y aprovecharé el puente para mudarme. Por supuesto, la fiesta de inauguración no se hará esperar. Aunque teniendo un piso tan canijo, tendrán que ser varias de ellas.

Un abrazo a todos...