lunes, 28 de mayo de 2007

Un poco de demagogia

Desde que tengo edad legal para votar, el PP gobierna en esta alocada ciudad que es Madrid. Primero fue Álvarez del Manzano, un tipo que de puro inepto e incapaz casi resultaba entrañable. Cuando llegó el momento de botarle de la silla, cuando pensaba que le iba a doler el culo durante años de la patada que le iban a dar los electores por tan nefasta gestión, éstos le volvieron a votar. No podía creerlo, y así fue.

Luego llegó Gallardón, en teoría avalado por su periodo de gobierno en la Comunidad y por un mayor centrismo y moderación. Durante estos años han sido constantes las quejas por sus faraónicas obras, por los parquímetros, por la brutal deuda acumulada y por haber llevado a cabo una política social nefasta, al frente de cuya concejalía colocó a la señora Botella, muy preocupada ella por las capas desfavorecidas. Todavía me acuerdo de la presentación del programa de ayudas de la concejalía de Asuntos Sociales en el Hotel Ritz. Muy propio.
Pero si hay un personaje perverso (y creo que peligroso) en la política madrileña ese es Esperanza Aguirre. Una mujer que encima no tiene un pelo de tonta, y que va camino de convertirse en la Tatcher española. Miedo me da.

En el fondo, no tenía ninguna esperanza de que ganara otro que no fuera Gallardón. Todos sabemos que la abstención favorece al PP, y que los que nos consideramos de izquierdas estamos muy desencantados con la política, mientras que los acólitos del PP acuden en masa y sin fisuras a votar. Sin embargo, albergaba cierta esperanza de que la ídem se cayera con todo el equipo. Y también ha fundido. Al final terminaré por convencerme de que vivo en una ciudad con más fachas por metro cuadrado que coches y zanjas.

Perdón por la demagogia de estas líneas, que no es poca, y por volver a hacer un post sobre política después de tanto tiempo sin actualizar el blog, cuya temática principal es y seguirá siendo la música, pero son las dos de la mañana y me temo que me va a tocar quedarme currando hasta las 3 por culpa de todo este tinglado electoral. Y todo para que vuelvan a hacer lo que les dé la gana durante cuatro años más. Tenemos lo que nos merecemos…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La Esperanza es lo último que se pierde... Perdón por el chiste malo.
p.d.- ¿y Valencia?
¡Gasolina y Fuego!

Dani dijo...

Lo de Valencia es también muy fuerte. Os gusta que os den por culo a los valencianos, no? como a nosotros, vamos. Porque que haya salido otra vez el Camps con la que está liando tiene guasa...
Un abrazo Gass.