martes, 8 de mayo de 2007

Visitas, tragedias y besos

Hola a todos/as.
Últimamente estoy escribiendo un poquito menos, pero es que el volumen de marrones laborales en los que me estoy viendo envuelto no deja de crecer. Proyectos nuevos e interesantes de los que ya contaré más cosas en el próximo post. Siempre es bueno estar activo, aunque a veces llegue a agobiar un poco.

La semana pasada estuvo por Madrid el amiguete neoyorquino Jonah. Después de haber recorrido media España en coche (de Cantabria al País Vasco, luego a Segovia y después a Madrid) y haberse encontrado incluso con una inusual nevada en Logroño, se marchó a Barcelona, para un par de días después tomar un avión de vuelta a la Gran Manzana. La verdad es que siempre disfruto enseñando Madrid a los amigos guiris que se dejan caer por esta ciudad. Me ayuda a verla con otros ojos, quizá de forma más objetiva. Para los que sepáis inglés, os invito a echar un ojo a su blog, Adventures in Brooklyn. El colega no tiene desperdicio.

Cambiando de tercio, me he quedado bastante impresionado tras leer una noticia que ha ocurrido esta misma tarde en Moratalaz. Tratando de huir de un incendio en su casa, una mujer y su hijo han saltado al vacío desde un quinto piso, con la intención de caer sobre un colchón que previamente habían colocado otros vecinos. Él está grave, ella murió en el acto. Posiblemente la noticia no me hubiera llamado tanto la atención si no hubiera ocurrido a pocos metros de casa de Meri, donde paso bastantes horas, lo que me ha hecho reflexionar sobre la frialdad con la que a veces los periodistas redactamos las cosas, sin apenas pensar en la tragedia que esconden ciertas informaciones.

La verdad es que no era mi idea escribir un post tan trágico, así que quiero dejar un final musical de buen rollete. Se trata de la banda con la que estoy tan enganchado desde hace tiempo, Maritime, aunque este tema no pertenece al discazo We, the Vehicles, sino al anterior. Quiero mandarle besos a Meri, que hoy ha tenido la mala suerte de pisar mal (muy mal) un bordillo y está recluida en casita con una escayola hasta la rodilla. Con lo inquieta que es ella. Muchos ánimos.

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