jueves, 21 de junio de 2007

Metrorock, sol y cesped

Un año más, me vuelvo a apuntar al Metrorock. No puedo evitarlo.
Todo son ventajas: me pilla al lado de casa, es barato (aunque de nuevo este año tengo la suerte de no tener que pagar) y se celebra en el mejor emplazamiento posible para un festival: el parque Juan carlos I. Eso sí, tiene un par de pegas considerables. Por un lado, pasa de celebrarse durante dos días, como hasta ahora, a una sola jornada. Por otro, el cartel es francamente decepcionante, y para mi gusto ha bajado un escalón con respecto a anteriores ediciones, en las que se dejaron caer por allí bandas como Ocean Colour Scene, Atom Rhumba, Franz Ferdinand , Paul Weller, Beck o Standstill. Pero vienen Bad Religion, en el que es su único concierto en Europa. Y el momento nostalgia casi vale más que los 35 euros de la entrada. Además, tras el set de Graffin, Gurevitz y compañía vendrá un fiestón asegurado (y ecléctico) de la mano de los siempre apetecibles Pinker Tones.
Por otra parte, me cuesta imaginarme una manera mejor de estrenar el verano que estar tirado al sol con metros y metros de cesped a mi alrededor. Así que allí nos vemos.

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