miércoles, 11 de abril de 2007

Afortunados melómanos


"Energía. Necesito energía".

Es el pensamiento que acude a mi mente cuando, cada día, a eso de las cuatro y media de la tarde, me sacudo de encima la pereza para ir a currar. Son horas intempestivas. A veces repaso la colección de discos tratando de encontrar algo que se ajuste a lo que me pide el cuerpo, lo que provoca que pierda el tiempo suficiente como para llegar tarde al trabajo... Y otras veces voy directo a por una canción que vengo tarareando desde la ducha. Un riff demoledor, un estribillo intenso. Algo.



Ayer fue uno de esos días en los que me ocurrió lo segundo. El surf infeccioso de Man or Astro-Man? sirve para despertar a un muerto. Experiment Zero es un disco íntegramente instrumental, en el que los temas se suceden uno tras otro sin dar apenas respiro, y que siempre es mucho más disfrutable cuando suena a buen volumen. Si yo no me puedo echar la siesta, tampoco los vecinos.




Hoy me ha pasado algo parecido. Por alguna razón me acordé de una banda cuyo disco llegó a mis manos hace cosa de un año. Se llaman Tapes n' Tapes, son de la ciudad estadounidense de Minneapolis (por dónde caerá eso…), y hacen una mezcolanza de estilos muy recomendable, plasmada en un disco notable llamado The Loon. Por momentos recuerdan a los Pixies o a Violent Femmes, pero al siguiente instante te descolocan y se van por cualquier derrotero que les venga en gana. El vídeo que he dejado hoy en la sección "Sonando en mi cabeza", Insistor, es un buen ejemplo de la influencia de Frank Black y los suyos.



Ya de camino al metro, los primeros acordes de Black Mirror, suenan en mis auriculares. El primer tema del nuevo trabajo de Arcade Fire ahonda en lo expuesto en el colosal Funeral, uno de los discos más impactantes de los últimos años. Desentrañar el complejo universo de los canadienses lleva su tiempo, y nada como la poderosa sensación de aislamiento que produce el metro de Madrid para ir poco a poco desgranando las sorpresas que depara este nuevo álbum. Emotivos, apabullantes, épicos, oscuros... Los adjetivos aplicables a su música son más apropiados para definirles que cualquier etiqueta. Porque Arcade Fire suenan sólo a Arcade Fire.




Por la noche, antes de dormir, el cuerpo me pide caer inconsciente escuchando uno de los temas más dolientes y sentidos que conozco, One bedroom apartment, del disco Black coats and bandages de los australianos Clann Zu. Su vocalista, Declan DeBarra (que pasó hace poco en solitario por nuestro país), es un especialista en transmitir las emociones más duras a través de una voz grave, rasgada y profunda. El tema va in crescendo para llegar a un final apoteósico. Acompañado de un piano y una base sincopada de bajo y batería, clama a los cuatro vientos “I will never love again”, con la tristeza que sólo alguien que ha sufrido los desengaños del amor conoce bien...




Un día, hace unos cuantos años, una amiga me pidió que le grabara música. “¿Qué te apetece que te grabe?” –le pregunté- “No sé, cualquier cosa” –respondió encogiéndose de hombros. -"Pero, ¿qué estás escuchando últimamente?"- insistí. -"nada, no estoy escuchando nada. La verdad es que nunca escucho música" -sentenció.

Aquello me hizo pensar. ¿Cómo se puede vivir sin música? ¿Qué haría yo sin ella? ¿Cómo podría vivir sin ese poder capaz de hacer oscilar mi ánimo del cielo a los infiernos (y viceversa) en cuestión de minutos?

Afortunados nosotros, los melómanos...

2 comentarios:

chinito dijo...

que pena q no seas redactor del As, Jefote. yo aunque no tenga ni idea de musica también puedo deprimirme o enzarparme con solo oir un tema, aunque ni si quiera sepa su nombre. por cierto te resuelvo la incognita, minneapolis esta en Minnesota. cuidate garajes!

Dani dijo...

Jejejeje, la pregunta es ¿por dónde caerá eso? ¿Centro, sur, norte? Gracias por tu comentario Chini. Vete sacando brillo a esa mesa de ping pong que le vamos a dar cañita cuando hagas la spring-party...
Un abrazo!